La idea era dejar su casa durante un mes para vivir la vida cotidiana desde otro lugar: una casa cercana al Hogar de Cristo. Esta experiencia tenía tres pretensiones principales: vincularse con el mundo de los más pobres (estudiando en medio de ellos), compartir en comunidad con otros jóvenes y llevar una vida espiritual que ayude a descubrir el paso de Dios día a día.
Después de 10 años, hoy seguimos realizando esta experiencia con universitarios que están entre tercer y cuarto año en sus carreras. Continuamos abriendo esta casa a jóvenes que están abiertos a la fe, con muchas ganas de pasar un mes encontrándose día a día con los más necesitados, dispuestos a vivir en comunidad con compañeros que no conocen, compartiendo la vida espiritual y, sobre todo, llevando una vida austera. También hemos podido abrir esta experiencia para adultos que han querido dejar sus casas por un mes y vivir esta experiencia.
En este Blog pretendemos mostrar lo que ha sido la historia de esta casa con fotos y comentarios para ir preparando el

Juan Cristóbal Pasini, SJ
Encargado Storta 2007
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